viernes, 29 de mayo de 2015

LOS BENEFICIOS "INVISIBLES" DEL BAÑO PARA TU BEBÉ

En esta nueva entrada del blog queremos hablar de los beneficios ocultos que esconde un simple baño para nuestros bebés.



En resumen, podemos decir que el baño ayuda positivamente en la evolución emocional y cognitiva del bebé, aunque más de la mitad de los papás desconocen estos beneficios.
Según una encuesta realizada por Johnson´s, y la colaboración de la SEPEAP (Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria), solo un 42% de los padres y madres reconocen la importancia del baño en el desarrollo cerebral del bebé.
Los expertos recomiendan aplicar la estimulación denominada multisensorial: esto es lo que el pequeño siente, ve, oye y huele, Para un desarrollo y crecimiento feliz y saludable, necesitan este tipo de estimulación.



La estimulación multisensorial se vuelve fundamental en la primera etapa de vida de nuestro hijo, ya que durante los primeros 3 años se produce el 85% del desarrollo neuronal que favorece la comunicación, la comprensión, el bienestar emocional y el desarrollo social.
Otro de los beneficios "invisibles" de esa estimulación es la reducción de estrés en bebés sanos y prematuros, lo que les ayuda a pensar, crecer y aprender.
Como comentábamos al principio, uno de los momentos idóneos para desarrollar esto es el momento del baño. Los padres pueden reforzar el contacto piel con piel, establecer un mayor contacto visual y descubrirle al bebé nuevos sonidos como el agua al salpicar, por ejemplo. Además, tras el baño podemos contribuir a mejorar la calidad del sueño gracias al masaje.



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jueves, 21 de mayo de 2015

EL BEBÉ Y LA MASCOTA, EL MEJOR EQUIPO

Hoy os hablaremos de un tema que preocupa a muchos papás que, ante la inminente llegada de un hijo, se preguntan cómo reaccionará su animal de compañía y qué aspectos hay que tener en cuenta antes esa nueva convivencia.. Nuestra experiencia ha sido con una perra y, más recientemente, con una coneja.


Pues bien, lo normal es que con la llegada del bebé a casa se tiende a "olvidar" un poco a nuestra mascota, lo que puede provocar en ella los temidos celos. Por ello, debemos prepararla para ese momento ya durante el embarazo para que los evidentes cambios que se produzcan no sean demasiado bruscos.
Lo mejor es habituarla lo antes posible a los cambios que vendrán, ser previsores. Por ejemplo, si tu mascota duerme en la habitación con vosotros y cuando llegue el bebé queréis que duerma en otro lugar, será importante ir acostumbrándola a ese nuevo sitio.
No hace falta decir nada sobre las visitas al veterinario, ya sabéis: muy importante ponerla al día en cuanto a vacunas, desparasitar o proteger contra insectos.
En el caso de que tengáis una perra puede pasar, y así nos ocurrió a nosotros, que cuando se acerque el momento de dar a luz el animal esté más nervioso o quiera estar constantemente al lado de la madre. Puede darse un embarazo psicológico, que efectivamente tuvo según nos reconoció el veterinario. Una razón de más para no dejar de darle ese cariño que tanto necesita.


Una vez ya haya nacido el bebé, se puede dejar al animal una prenda del pequeño para que se vaya acostumbrando a su olor y cuando se esté en casa procurar que en ningún momento se sienta desplazado porque papá y mamá están exclusivamente con el peque.
Tendremos que vigilar cuando el niño gateé, ya que puede perseguir, arrinconar e incluso hacer daño al animal y de esta manera provocar una posible reacción violenta en modo de defensa de vuestra mascota. En el caso de nuestra coneja, le cogió verdadero pánico a nuestro hijo puesto que la perseguía por toda la casa y eso le causaba estrés, aunque nunca llegó a hacerle nada ya que éste tipo de animales no son nada violentos. A día de hoy, son inseparables...


Donde más hincapié debemos de poner es en educar, enseñar tanto al bebé como al animal a respetarse mutuamente para así evitar mordeduras o arañazos. Los padres debemos aprender a poner distancia entre el bebé y el animal cuando sea necesario, ya que así aprenden a respetarse.
En el caso de perros y gatos, por lo general, se acostumbran a compartir las atenciones con el niño y no suelen dar problemas. En caso contrario, hay que tenerlos atados en presencia del pequeño hasta que desaparezcan esos sentimientos que podrían provocar mordeduras o arañazos.


Como decíamos antes, es muy importante el hecho de que el animal esté desparasitado y se recomienda que el animal no se ponga en contacto con el rincón de juego habitual del pequeño.
En cuanto al recipiente de la comida y el agua, se han de mantener lejos del alcance del niño cuando éste gateé ya que los parásitos se transmiten a través de la saliva. Los enseres de la mascota es adecuado lavarlos con agua y jabón para disminuir el riesgo de contagio.
Sin duda, nuestro bebé y nuestra mascota pueden llegar a formar un gran equipo.

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lunes, 11 de mayo de 2015

MI BEBÉ Y EL SOL

Muchos de nosotros estamos deseando la llegada definitiva del verano para escapar a la playa con nuestros hijos. Pero, hay que saber que el sol no es el mejor aliado para nuestros pequeños, y mucho menos para los recién nacidos. Estos no deben exponerse directamente a los rayos del sol, ni tampoco utilizar cremas solares ya que antes de los 6 meses no están recomendadas.
Por lo general, pediatras y dermatólogos desaconsejan exponerles directamente a los rayos solares durante los primeros seis meses de vida y con mucha precaución hasta que cumplan un año. Con unos pocos minutos de paseo sus huesos adquieren la vitamina D que necesitan.



Tenemos que tener en cuenta que la piel de los bebés es mucho más sensible que la de cualquier adulto, y el uso de cualquier producto químico en forma de protector solar podría provocar irritación o alergia. 
En caso de usar crema hay que limitarla a determinadas áreas del cuerpo como cara o manos, que son las zonas más expuestas a la radiación. Pediatras americanos aconsejan que las fórmulas contengan óxido de zinc o dióxido de titanio, ya que irritan menos y ofrecen un filtro más tupido a la piel.
No solo se recomienda la no exposición por las posibles quemaduras o el daño en la piel, sino también por posibles golpes de calor. Pero es que además hay estudios que demuestran que la temprana exposición al sol de nuestros hijos puede ser el causante de tumores de piel (melanomas) en el futuro.
Así pues, mucho cuidado con nuestros pequeños a la hora de planear las vacaciones y tengamos presente las siguientes recomendaciones de los expertos:

  1. Evita la exposición directa al sol en los primeros meses de vida.
  2. Sal de paseo en las primeras horas del día o al caer la tarde.
  3. Protege al bebé con sombras tupidas y ropas ligeras.
  4. Utiliza gorros y sombrillas para cubrir la cara y el cuello.
  5. A partir de los seis meses, elige cremas para el sol especiales para niños.
  6. Aplica la loción unos 30 minutos antes de salir de casa y repite la aplicación cada dos horas, independientemente de que sean resistentes al agua.
  7. Opta por cremas, leches o lociones solares, más hidratantes que las presentaciones en espumas y geles.
  8. Utiliza un factor de protección superior a 30 y que cubra tanto los rayos UVA como los UVB.
  9. Opta por filtros físicos, a base de óxido de zinc y dióxido de titanio.


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martes, 5 de mayo de 2015

HORA DE DORMIR..¿SOLO O ACOMPAÑADO?

Todo en la vida tiene sus pros y sus contras. Decidamos lo que decidamos nos encontraremos con ventajas y desventajas. Incluso los expertos no son capaces de ponerse de acuerdo en temas relacionados con nuestros hijos. En algunos como la lactancia llegan a la unanimidad, en otros como el del sueño hay opiniones para todos los gustos.
Nos situamos: el bebé que se despierta en medio de la noche, reclama la atención mediante el lloro y no se vuelve a dormir sin la ayuda de sus papás. Eso cuando son muy pequeños, cuando ya son más autónomos vienen a la cama directamente y se cuela entre los dos. ¿Qué hacemos ante esa situación?
Si sois muy comodones, aceptaréis que el niño duerma con vosotros con tal de poder seguir durmiendo. Incluso algunos pondréis al niño a dormir con vosotros directamente, para asegurarse pasar la noche del tirón.



Como decíamos antes, los expertos no son capaces de ponerse de acuerdo en este tema: unos apoyan el colecho (dormir con los hijos) pero otros afirman que es mejor que aprendan a dormir solos.
En lo que si se ponen de acuerdo y afirman es que la mayoría de crías humanas prefieren dormir con sus padres. Algunos padres también prefieren dormir con sus hijos, otros en cambio no porque no descansan igual. Veamos algunas ventajas y desventajas de dormir con nuestros pequeños:

VENTAJAS
- Cuando el bebé es recién nacido, para la madre puede resultar más cómodo dormir con el bebé por el tema de la lactancia nocturna. La mamá no tiene la necesidad de levantarse, lo cual se traduce en un descanso mucho mejor y un amamantamiento mucho más placentero.
- A las mamás les tranquiliza escuchar la respiración de su bebé cerca. Les causa intranquilidad el hecho de que el niño esté en otra habitación y, sobretodo en las primerizas, las empuja a ir a comprobar constantemente si el bebé respira. Es por eso que los papás duermen más tranquilos teniéndolo junto a ellos.
- Está comprobado que los bebés duermen más, o se despiertan menos, estando acompañado de sus padres. Cuando se desvelan durante el sueño y sienten a sus papás al lado se duermen enseguida; en cambio, si no notan su presencia les reclama mediante el llanto ya que se sienten sólos.

DESVENTAJAS

- La principal, y en la que más coinciden los padres, es en el descanso: no se descansa lo suficiente. Algo normal puesto que durante la noche el bebé se mueve, da patadas...
- La intimidad de la pareja puede verse afectada, pero quizá sea el momento de ser ingeniosos y buscar esos momentos durante el día para llevar a cabo esas relaciones.
- Llegado a cierta edad, que el niño duerma con sus padres puede entorpecer su desarrollo evolutivo. Es decir, el nño necesita crear su espacio y acostumbrarse a él.



Hemos podido ver que este tema tiene grandes defensosres y grandes detractores. Es difícil llegar a un consenso, aunque al final lo que importa es que los padres lo tengan muy claro: qué es lo que quieren para sus hijos y por qué. Hay que dejarse llevar por las necesidades de cada familia (cada una es un mundo) porque al final los padres son los responsables, en lo bueno y en lo malo, de la educación y la forma de actuar de sus hijos.

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